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foto Tania Dumas - © El Vocero

En el balcón de su casa en madera color amarillo, como las de antes, pasa las horas mirando al que sube y baja por la calle Candelaria echando bendiciones a sus conocidos.
Ultimamente su rutina, que incluye puntuales visitas a la Iglesia Sagrado Corazón, está revestida de tristeza por saber que pronto dará un giro extraordinario al mudarse a la casa de una hija. No por gusto o necesidad de algún padecimiento de salud, sino por causa del proceso de expropiación que inició el Departamento de Vivienda (DV) para el Proyecto de Revitalización de Santurce.

Carmen Benítez Cartagena, de 83 años, mientras habla, recuerda que no podrá cumplir su sueño de morir en la casa que compartió por algunos 50 años con su esposo muerto desde hace ocho."Yo no he encontrado eso nada de bien. Los pobres tenemos derecho a estar tranquilos y tener nuestras casitas y vivir bien. No es justo para una persona como yo que he sufrido tanto", expresó la anciana en una entrevista con EL VOCERO.

En ese punto, sentada en la sala de su casa rodeada de las cajas que usará para la mudanza y de objetos religiosos, recordó que antes fue expropiada de la calle Bolívar cuando aquello era "un cerro bonito".

Una vez se instaló en su casa, crió a sus cinco hijos, y ya tiene 23 bisnietos y cuatro tataranietos. "Por ahí pasaba yo a parir mis muchachitos, el mayor tiene 43 años", indicó pasando la vista por su calle de siempre.

Dijo que se va conforme porque "hay que cogerlo suave en el nombre de Dios que está allá arriba apuntándolo todo".

"Yo me quedaría en mi casa. Me voy con mi hija, pero yo sé que voy a sufrir porque no es como en la casita de uno", apuntó Benítez Cartagena, quien además tendrá que desprenderse de su mascota Duqui.

Mencionó que va a extrañar sus vecinos que cuando caía enferma, la asistían.

"Me he sentido bien triste. La casita que compramos nosotros con el sudor nuestro, de momento vengan a quitársela a uno, es fuerte", aseveró.

La anciana se mudará a la casa de una hija porque el dinero de la casa se repartirá entre herederos, pero todavía no ha sido recibido.

José Juan Rodríguez, portavoz del DV, explicó que el cheque por el valor de $118,500 se depositó en el Tribunal Superior Sala de San Juan. Para recibir el dinero la anciana tiene que entregar una declaratoria de herederos que todavía no se ha hecho, mencionó el funcionario.

El DV también ofreció un cheque para la mudanza. La casa fue adquirida por esa agencia en febrero del año pasado para dar paso a los proyectos de vivienda, que muchos vecinos han dicho son de un costo tan elevado al que ellos no podrán aspirar