Una mirada a nuestra historia
Por Mario Alegre Barrios

End.malegre@elnuevodia.com

NO HACE mucho Mary Anne Hopgood decidió que dedicaría el resto de su vida -cincuenta años, justamente la mitad que le resta, calcula- a hacer lo que realmente ama. Dejó de hacer arte para los propósitos de otros y se concentró en crear en consonancia a sus propias inquietudes, en sintonía cabal con los ecos de su sensibilidad.

 

De este quiebre en su camino nace Historia anotada de Puerto Rico, exposición que hoy a las 7 p.m. se inaugura en el Museo del Barrio, "La casa de todos", en la calle Candelaria Núm. 346, en Santurce, justamente detrás del Hospital Mimiya, a unos pasos del Museo de Arte de Puerto Rico. Este inmueble se ha convertido también en icono en la lucha de Hopgood y sus vecinos en contra de los intentos gubernamentales por expropiar varias estructuras en Santurce en detrimento de sus dueños.

 

Sanjuanera de nacimiento y con una profunda vocación de comunidad, Mary Anne acaba de ser galardonada con un premio de excelencia Urbe, precisamente por su labor en contra de las expropiaciones forzosas en el santurcino Barrio San Mateo.

Graduada de la Escuela de Artes Plásticas -en San Juan- y con una maestría de Pratt Institute, en Nueva York, durante muchos años Mary Anne cinceló una brillante trayectoria profesional como fundadora y directora de la empresa Graf, Inc., empresa dedicada al diseño gráfico y creadora de campañas de imagen para proyectos tan importantes como la identidad gráfica de los Juegos Centromericanos del Caribe, en 1993; la dirección del Comité de Diseño Gráfico de la Comisión Puerto Rico 2004 con miras a obtener la sede para la Isla de los Juegos Olímpicos; el desarrollo de gráficas monumentales para el aeropuerto Luis Muñoz Marín, en Isla Verde; y la creación de campañas para el Museo de Arte de Ponce, el centenario del Banco Popular de Puerto Rico y el Museo de Arte de Puerto Rico.

Entre 1999 y el 2000 concibió, elaboró y dirigió el proyecto Educarte: un aprendizaje sobre ruedas, que tuvo como sede precisamente el edificio de su propiedad que hoy es sede -temporera, hasta que se consume la expropiación- del Museo del Barrio. En agosto de 2000 se incorporó a la facultad de la Escuela de Artes Plásticas y hasta diciembre de 2002 dirigió el Departamento de Imagen y Diseño de la institución.

"Durante muchos años me dediqué al diseño gráfico y a la enseñanza, labores que me absorbieron mi tiempo casi por completo, sin espacio para mi obra", explica. "Trabajé mucho para otros y descuidé lo que realmente quería hacer, hasta que decidí que ya era tiempo de darle un giro a mi vida. Educarte fue el primer paso en esa dirección... dejé de atender mi negocio para dedicarme a ese proyecto con toda la voluntad e ilusión que me exigía. Educarte fue un éxito, pero me confié... era un proyecto anclado al vaivén político y luego del apoyo inicial, lo cancelaron, nos quitaron los fondos y todo acabó".

Así, Mary Anne optó por su salvación: decidió que a partir de ese momento haría lo que por tanto tiempo había soslayado: su obra. "Elegí cambiar de rumbo y dedicar la segunda mitad del siglo que pienso vivir haciendo lo que realmente me apasiona en cuerpo y alma", recuerda. "Todo cambió súbitamente, mis prioridades se transformaron mientras comenzaba a trabajar en lo mío. Me conecté con la experiencia del arte, no sólo como observadora y coleccionista, sino también como creadora. Estoy convencida de que estoy a la mitad de mi vida porque voy a vivir cien años".

Inicia un nuevo medio siglo

Una invitación que Mary Anne recibió de su amigo Arnaldo Cueto se convirtió en una exhibición en Nueva York, en el marco del pasado Día de Puerto Rico en la Gran Manzana. "Esa propuesta me permitió comenzar a trabajar con un tema que me venía acompañando hace tiempo: la memoria", explica la artista. "Cómo internalizamos las imágenes como iconos de una realidad y, más aún, cómo esas imágenes se llegan a convertir en parte de esa realidad que documentan. Esta muestra fue muy exitosa y ahora he seguido trabajando esa idea para presentar esa exposición que inaugura el Museo del Barrio como lugar para exhibiciones".

Según declara Mary Anne en el texto que documenta Historia anotada de Puerto Rico, "Vivimos en tiempos posmodernos, donde el ser humano está expuesto a un infinito bombardeo de imágenes. Muchas penetran automáticamente, pero en ocasiones las seleccionamos hasta encajar con la historia o narrativa que creemos nuestra o para que sean afines con el rol que vayamos a asumir. Los guardamos, organizamos y agrupamos a nuestra manera y conveniencia".

Más adelante, Mary Anne asevera que "hay que cuestionar las narrativas tradicionales para establecer la narrativa propia, cuestionar el progreso y la tecnología, hacía dónde nos dirigimos y cuál es el propósito y meta del viaje". "Para lograr esto, hay que mirar, mirar detenidamente. Esta mirada parte de la narrativa autobiográfica, la historia de quiénes somos y cómo llegamos a ser lo que somos ahora".

Asimismo, Mary Anne plantea que en Puerto Rico, "la narrativa colectiva presenta las mismas contradicciones de una sociedad que trata de modernizarse de manera institucional para convertirse en una democracia capitalista, pero no suelta sus tradiciones y prejuicios". "Hay que mirar ese panorama fragmentado, descentralizado, que contiene múltiples y conflictivas personalidades y deconstruirlo para llegar a nuestra propia visión y hacernos responsables de nuestra realidad", acota. "Si asumimos la responsabilidad de nuestra sociedad, al menos de mirarla, analizarla y cuestionarla, nos alejaremos de una identidad nacional basada en la nostalgia y de los símbolos de una cultura puertorriqueña que no tiene territorio geográfico alguno y que se aferra a imágenes de la puertorriqueñidad para no caer en el colectivo estéril y amorfo. No propongo una historia lineal y lógica, sólo propongo una mirada".

Finalmente, respecto al Museo del Barrio -homónimo del que existe en Nueva York y que, dice ella, ha perdido su norte- Mary Anne apunta que * "es un icono de lucha comunitaria, cultural y social de las comunidades de Santurce". "Más allá del ámbito local, este nuevo espacio urbano ha abierto sus puertas a todas las organizaciones comunitarias en Puerto Rico con el propósito de estrechar lazos y aunar esfuerzos para alcanzar metas de justicia social desde la base de una sociedad civil activa y vigilante. Este no es un museo de recuerdos, sino de renovados esfuerzos y pujanza por el enriquecimiento de las corrientes contemporáneas de arte asociadas a las luchas comunitarias y sociales. Es un museo del pueblo, de sus comunidades y artistas. Sólo buscamos promover un espacio de reafirmación cultura y social auténtica, lejos de la clausura elitista que representan las instituciones del Estado. El Museo del Barrio es la casa de todos aquellos que tienen un profundo compromiso con nuestro país, su balance social y sus metas de integración" . .

* Cita - Jaime J. Altieri - Escrito de bienvenida e Introducción al Web del Museo del Barrio